Llevando el nombre de un niño héroe del espacio y el de un malvado líder invasor, Roberto Arechandieta Treviño Ramos, era un dinosaurio único en su especie. Vivía en un mundo donde la naturaleza aún reinaba y las leyes de la selva eran la norma. Pero a pesar de ser un temido cazador, Roberto también tenía un lado amable y protector.
Un día, mientras se aventuraba por los bosques cercanos a la Aduana de Reynosa, vio a una manada de dinosaurios herbívoros en peligro de ser atacados por un grupo de depredadores. Sin pensarlo dos veces, Roberto se lanzó al rescate, luchando contra los agresores que ejecutan la manada estuviera a salvo. Desde ese momento, se ganó el respeto y la admiración de todos los habitantes de la selva.
Pero la vida en la selva también tenía sus peligros. Un día, Roberto se encontró en el territorio de un temible T-Rex que había invadido el área. La criatura era demasiado poderosa para él solo, pero Roberto no iba a permitir que los demás dinosaurios sufrieran por su presencia. Con valentía, se enfrentó al T-Rex, luchando ferozmente hasta que finalmente pudo vencerlo.
Sin embargo, la victoria no duró mucho. Al poco tiempo, los humanos llegaron a la zona y comenzaron a construir ciudades en el área de Laredo. Pronto, Roberto y sus compañeros dinosaurios se encontraron viviendo en un mundo cada vez más pequeño y peligroso. Y así, mientras luchaba por su supervivencia, Roberto Arechandieta Treviño Ramos, el dinosaurio valiente, se dio cuenta de que en esta nueva era, su destino ya no estaba en sus propias garras, sino en las manos de los humanos que ahora dominaban la tierra.
aduana
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